Este cuento es ideal para leer a los niños. Con él puedes enseñarle valores tan importantes como el de la sinceridad y la familia. Y es que, la familia no sólo son padres e hijos, los abuelos juegan un papel muy destacado en la educación de los niños ya que pueden transmitirles grandes enseñanzas.
EL ABUELO FILOMENO:
Que antes de jubilarse había sido maestro, tenía la barriga más grande que Martin había visto jamás. Y Martín tenía la imaginación más grande que el abuelo Filomeno había conocido jamás. Martín se pasaba el día inventando historias que explicaran por qué de repente llovía o quién se encargaba de encender las farolas. Nada de lo que pasaba a su alrededor ocurría porque sí. Por eso siempre interrumpía las explicaciones en el cole para contar historias y todos los profesores tenían que cortarle para decirle:
-Martín no nos cuentes cuentos chinos !!!
Y Martín se quedaba con sus historias dentro, sin entender porque llamaban cuentos chinos a sus historias si el no era chino, si no de Madrid.
Un día Martín le había preguntado al abuelo Filomeno que porque tenía aquella enorme barriga.
- Pues porque va a ser...! porque me he comido a muchos niños en mi vida ! Todos los que se portaban mal en clase, !ñaaaaaaaammmm! me los devoraba de un bocado.
Martin miró al abuelo Filomeno,pensativo. !Cómo iba a comerse a niños! Eso sonaba a cuento chino, claro que el abuelo Filomeno era grande como un oso y, aunque se reía mucho, a veces tenía mal humor y se enfadaba mucho, tanto miedo le dio que casi se pone a llorar por si fuera verdad.
Cuando el abuelo Filomeno vio su reacción comenzó a reírse a carcajadas:
- Pero Martín, ¿Cómo voy a comerme un niño de un bocado? Tengo esta barriga de comer muchos dulces, no de comerme alumnos.
!Era un broma! Vaya con el abuelo Filomeno.Estaba claro que eso de contar cuentos chinos venía de familia.
Autoras: María Bautista y Raquel Blázquez. Cuento a la vista.
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